El Toyota C-HR 2020 tiene 5 características de canje
Seamos realistas, el Toyota C-HR ha recibido un poco de mala reputación desde su lanzamiento en 2018, y tampoco fuimos exactamente amables con él. En primer lugar, es extremadamente deficiente en el departamento de rendimiento y necesita urgentemente un turbocompresor o una mejor configuración del motor y la transmisión. Pero con eso fuera del camino, en realidad encontramos que el pequeño y extraño crossover de Toyota tiene algunas cualidades. Aquí hay cinco de ellos.
El Toyota C-HR tiene un excéntrico sentido del estilo
Desde el techo negro en contraste hasta las manijas de las puertas traseras colocadas en alto, es seguro decir que Toyota le dio al C-HR un sentido de estilo único. Sus pasos de rueda audaces y su línea de cintura alta le dan una apariencia atlética, pero su postura elevada lo hace parecer un crossover capaz. Aunque tenga en cuenta que en realidad es del tamaño de un hatchback más pequeño.
Asientos delanteros de apoyo
Ya los hemos mencionado antes, pero volveremos a hablar de ellos, los asientos delanteros del Toyota C-HR son sorprendentemente buenos. No son buenos para Volvo, pero para un automóvil de pasajeros pequeño, brindan apoyo en las áreas correctas y realmente nos gusta su apariencia. Si bien puede parecer trivial, la comodidad del asiento delantero es extremadamente importante considerando que ese es el lugar donde pasará la mayor parte del tiempo en el automóvil durante el transcurso de su promedio de 3 a 5 años de propiedad.
Un sistema de información y entretenimiento intuitivo
Somos fanáticos de los sistemas de información y entretenimiento realmente buenos porque, además del volante, es allí donde su mano derecha va a pasar mayormente el tiempo. Por lo tanto, es bueno cuando un fabricante de automóviles le brinda una perilla de volumen y de sintonización para desplazarse fácilmente, junto con menús intuitivos para navegar. El hecho de que venga de serie con la capacidad Apple Carplay también es una ventaja adicional. No podemos creer que no cumplieran ese estándar en primer lugar.
Un viaje suave
Los Toyotas, en general, también han sido conocidos por tener paseos suaves y el C-HR no es una excepción. Tiene sentido, considerar que conducir un Camry te hace sentir como si estuvieras sentado en un cómodo sofá, y conducir un Avalon te hace sentir como si estuvieras flotando en una nube. Y esos toques suaves se trasladan al C-HR más pequeño, ya que su marcha es lo suficientemente suave como para quedarse dormido en viajes largos por carretera. Suponiendo que estás en el asiento del pasajero, por supuesto.
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La diversión de C-HR a bajas velocidades
Si bien no podemos decir que el Toyota C-HR sea divertido de conducir a velocidades más altas, ya que se necesita la mitad de una novela de Stephen King para llegar incluso a 60 mph, en realidad es divertido lanzarlo a velocidades más lentas. Si bien no es tan divertido conducir este automóvil lento a gran velocidad, tiene características de manejo ágil, y nos atrevemos a decir «ágil», que hacen que conducir en un estacionamiento se sienta casi como un kart.
El Toyota C-HR no es tan malo
Lo que le falta al Toyota C-HR en aceleración y potencia, lo compensa con estilo y personalidad. Claro, desearíamos que fuera más rápido, pero si puede pasar por alto sus terribles estadísticas de rendimiento, en realidad hay algunas cualidades redentoras para el Toyota C-HR.