Carreras de GT eléctricos llegan gracias a la nueva categoría de la FIA
El Campeonato de Fórmula E para autos de un solo asiento y ruedas abiertas está ahora en su séptima temporada y ha atraído a varios fabricantes de automóviles importantes que presentan sus propios equipos.
Sin embargo, todavía no tenemos una serie de carreras eléctricas para autos más cercana a lo que podemos comprar en un concesionario. Eso parece estar cambiando.
Si bien ha habido algunas salidas en falso, la FIA, el organismo rector del automovilismo, anunció el miércoles una categoría para autos de carrera GT eléctricos con un rendimiento similar a los autos GT3 actuales, pero con una aceleración aún mejor.
La categoría, que aún no tiene nombre, está destinada a servir como una plataforma en la que los fabricantes de automóviles puedan desarrollar tecnologías para ser transferidas al mundo de los autos de producción.
Uno de los mayores obstáculos es desarrollar un automóvil GT eléctrico que pueda soportar más de un par de carreras. Los coches de Fórmula E tienen la ventaja de una resistencia reducida y un peso reducido, lo que significa que pueden durar la distancia.
Los autos en la categoría GT eléctricos tendrán un peso mínimo de alrededor de 3,300 libras, que es más alto que los autos GT3 actuales. Puede imaginar la rapidez con la que se agotará la batería al competir con algo tan pesado, especialmente porque la categoría exige el uso de circuitos permanentes de longitud completa en lugar de los pequeños circuitos urbanos utilizados en la Fórmula E.
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Para evitar el problema de la batería, la categoría exige baterías que se recarguen a velocidades de 700 kilovatios (tanto de regeneración de energía de frenado como de carga en boxes), que es de tres a cuatro veces más que la mayoría de los cargadores públicos de alta velocidad. Según la FIA, la carga en boxes podría reponer el 60% de la batería en unos pocos minutos. La capacidad de la batería será de 87 kilovatios-hora.
Los constructores de automóviles utilizarán una celda de batería común suministrada por Saft, una subsidiaria del gigante petrolero francés Total, pero podrán construir sus propios paquetes de baterías, lo que significa que tendrán la libertad de elegir el diseño.
Los constructores también podrán desarrollar su propio sistema de propulsión, aunque con una potencia máxima de 577 CV. Las opciones permitidas incluirán configuraciones de dos y cuatro motores, así como tracción trasera y en las cuatro ruedas. Los trenes motrices también podrán ajustar con precisión el par que va a las ruedas en función de la velocidad, la aceleración, la tracción y el ángulo de dirección.
Aún no se ha anunciado una fecha propuesta para el inicio de las carreras en la nueva categoría.